Llevo haciendo dos años el mismo camino, del piso a la universidad y de la universidad al piso, cada día, incluso dos, tres veces. Con música, pensando en silencio, solo, acompañando, lloviendo, en bermudas...y nunca me había parado a ver. Pararse un momento para sacar unas fotografías y ver la belleza que tenemos a nuestro alrededor, la que nos rodea en nuestro día a día y que solo hay que levantar la cabeza del móvil para verla y aprender a valorarla.
blogdealvaro
martes, 12 de noviembre de 2019
lunes, 11 de noviembre de 2019
Facultad de Arquitectura
La facultad de Arquitectura de la Universidad de Navarra es un buen ejemplo de estructura para todos sus estudiantes. Desde el exterior parece pequeña, solo dos plantas y no muy alargada, además se accede a ella por una especie de gusano de plástico. Se podría tachar de rancia. Sin embargo este edifico levantado en 1964 de ladrillo tiene una gran belleza interior. Sus arquitectos fueron Carlos Sobrini, Rafael Echaide y Eugenio Aguinaga han permitido a cientos de estudiantes a lo largo de estos últimos 50 años cumplir sus sueños de estudiar una carrera de tan belleza como es el edificio.
El edificio parce desnudo, se pueden ver las tuberías que tiene y los cables de luz que iluminan el edificio. Además es un sitio que por dentro es muy amplio, y goza de buena iluminación al tener un techo de material transparente.
Es un espacio donde se combinan equilibrio de líneas propias de una arquitectura firme y seria con otras esculturas diferentes, incluyendo maquetas de los alumnos. Esto es una confluencia entre la profesionalidad y la creatividad propias de esta facultad en la que cada alumno tiene una visión, que de momento está en proceso como reza uno de los carteles de una pared.
domingo, 10 de noviembre de 2019
Reglas de la fotografía
jueves, 17 de octubre de 2019
Luz
LUZ
Había una vez mundo en el que la gente tenía problemas de vista, no es ese mundo que nos presenta José Saramago en "Ensayo sobre la ceguera" en el que la gente pierda por completo la visión, no. En este mundo la gente sufría daltonismo, no había colores, todo era igual, para todos.
Un día llegó un turista de otro país, engreído se paró con el primer grupo de niños con el que se encontró. Se empezó a reír de ellos, vestían de una manera ordinaria y horrenda, al no poder distinguir los colores no sabían combinar la ropa. Parecían sacados de un cuadro de Pollock, colores tirados sobre un material.
Los niños desconcertado, pero conocedores de la fama pretenciosa de aquellos turistas, no les dieron más importancia. Ellos eran felices con lo que tenían, cierto es que vivían limitados, pero ya se habían acostumbrado y no pensaban que fuera un inconveniente demasiado grande.
Solo hubo un niño que se acercó al turista y le preguntó; "¿Tan importante piensas que son los colores?" a lo que el turista sobresaltado por la visita del pequeño afirmó rotundamente. "Aquí nos da igual quién o cómo seas, la gente no te quiere por tu color, solo por lo que haces o dejas de hacer" y se volvió a su grupo de amigos sin darle más importancia al hombre que ahora se quedaba parado.
jueves, 10 de octubre de 2019
No compres ese perro
Hoy en día hay quien piensa que tener un perro es un pasatiempo,, un hobby que no tiene ningún tipo de responsabilidad. El texto nos presenta que es una gran responsabilidad, no un mero hobby. El que quiera un entretenimiento que lo encuentre en otros sitios.
"La amistad es siempre una responsabilidad dulce" Khalil Gibran
No seas imbécil. Ni desaprensivo. No hagas posible que dentro de unos meses algunos te mentemos a la madre al cruzarnos con el resultado de tu indiferencia y tu estupidez. Piénsalo mucho antes de dar el paso irreversible; de complicarte una vida que luego pretenderás solucionar por el camino más fácil. Aún puedes evitarlo. Impedir que te despreciemos, e incluso despreciarte a ti mismo cuando te mires en el espejo. Ya sé, de todas formas, que el autodesprecio es relativo. Tarde o temprano, hasta con las mayores atrocidades en la mochila, siempre nos las apañamos para ingeniar coartadas, justificaciones. Conozco a pocos que, hagan lo que hagan -desde faenas elementales hasta cargarse al prójimo-, no acaben durmiendo a pierna suelta tras unos pocos ejercicios de terapia personal. Aun así, permite que te lo explique antes de que ocurra, primero, y después se te olvide. Resumiendo: intenta no convertirte, innecesariamente, en un hijo de la gran puta.
Sé que tus niños quieren un perro. Que les hace una ilusión enorme y te dan la matraca desde hace mucho. Que tu hija, por ejemplo, te hace babear cuando te abraza y pide una mascota. O que te acabas de separar de tu legítima, y crees que regalándole al crío un animal, y paseando con él los fines de semana, podrás recuperar el terreno perdido, o no perderlo en el futuro. Hay mil razones, supongo. Un montón de circunstancias por las que has pensado comprar un perro estos días, para tus hijos. O para tu mujer. Tal vez para ti mismo. Un perro en casa, por Navidad.
Déjame contarte, porque de eso sé algo. He tenido cinco perros, así que calcula. Y no hay nada en el mundo como ellos. No hay compañía más silenciosa y grata. No hay lealtad tan conmovedora como la de sus ojos atentos, sus lengüetazos y su trufa próxima y húmeda. Nada tan asombroso como la extrema perspicacia de un perro inteligente. No existe mejor alivio para la melancolía y la soledad que su compañía fiel, la seguridad de que moriría por ti, sacrificándose por una caricia o una palabra. He dicho muchas veces que ningún ser humano vale lo que un buen perro. Cuando uno de nosotros muere, no se pierde gran cosa. La vida me dio esa certeza. Pero cuando desaparece un perro noble y valiente, el mundo se torna más oscuro. Más triste y más sucio.
Es muy posible, naturalmente, que aciertes. Que, tras pensarlo bien, tomes la decisión y asumas las consecuencias con feliz resultado. Que comprar un perro para tus hijos, para tu mujer o para ti sea un acierto. Que su compañía cambie vuestra vida para bien. Que os haga más conscientes de ciertas cosas. A menudo, un perro acaba haciéndote mejor persona. Te hace sentir cosas que antes no sentías. Sin embargo, no siempre es así. Un perro en el lugar inadecuado puede volverse un drama. Una incomodidad para ti y los tuyos. Y una tragedia para él.
Permíteme imaginar lo que podría ocurrir. Que vayas a la tienda, elijas a un perrito delicioso, y eso te valga gritos de alegría y besos familiares. No hay nada tan simpático como un cachorrillo. Al principio todo serán incidentes graciosos y situaciones tiernas. Luego, si vives en piso pequeño o lugar inadecuado, las cosas pueden ser diferentes. Un perro exige cuidados, gastos, paseos, limpieza, comida. No aparece y desaparece cuando conviene. Es un miembro de la familia con derechos y necesidades, que exige pensar en él cuando se planean vacaciones, e incluso una simple salida al cine o a un restaurante. A eso añádele la educación. Un perro mal educado puede convertirse en una pesadilla familiar y social. Además, cada uno, como las personas, tiene su carácter. Punto de vista y maneras. Eso exige un respeto que no todos los humanos somos capaces de comprender.
A estas alturas, sabes dónde voy a parar. Si eres de esa materia miserable de la que estamos hechos buena parte de los seres humanos, acabarás abandonándolo. Un viaje en coche a un campo lejano, una gasolinera, una cuneta. Abrir la puerta para que baje y seguir tu camino, acelerando sin atender los ladridos del chucho que correrá tras el automóvil hasta quedar exhausto, desorientado, incapaz de comprender que su mundo acaba de romperse para siempre. El resto no hace falta que lo detalle, pues lo sabes de sobra: él nunca lo haría, y todo eso. Los niños preguntando dónde está el perrito, papi, y tú oyendo aún esos ladridos que dejabas atrás. Avergonzado de ti mismo, o tal vez no. Ya dije antes que un rasgo del perfecto hijo de puta es arreglárselas para que sus actos acaben por no avergonzarlo en absoluto. Así que voy a pedirte un favor. Por ti, por mí, por tus hijos. Antes de ir a la tienda de mascotas esta Navidad, mírate al espejo. Y si no te convence lo que ves, mejor les compras un peluche.
miércoles, 9 de octubre de 2019
Museo Navarra
El museo es museo en todo su esplendor. Desde las colecciones propias, como las diversas esculturas de relieve, hasta las exposiciones temporales como el Tiziano recién llegado del Museo del Prado, que llegó el pasado 24 de Septiembre y que estará disponible hasta el 20 de Octubre, con motivo del bicentenario que celebra el proyecto conmemorativo "De gira por España". Asimismo el museo también ha de tener una infraestructura que le de cierta estética que sea coherente a las obras que guarda dentro.
De las obras más numerosas con las que cuenta el Museo de Navarra son una serie de esculturas diversas; relieves, ménsulas, capiteles, modillones. albanegas... Aquí destaca la simetría que tienen estas dos figuras. Además el museo al exponerlas juntas lo hace como si fueran parte de una misma fachada, por lo que le da un toque de veracidad, y además juega muy bien con los colores de fondo.
Este cuadro se llama "Otoño" del pintor Jesús Basiano, famoso por sus cuadros paisajistas del que este forma parte y muestra el talento que tiene en el óleo sobre lienzo. De este cuadro me ha llamado la atención lo naturalista que es, me recuerda al campus de la universidad cuando comienza a teñirse de amarillo. También me chocó la mezcla entre las líneas rectas verticales de los árboles con el camino que cruza todo el cuadro.
Este cuadro se llama Éxodo del artista Emili Sánchez Cayuela. Mediante la técnica del óleo sobre lienzo el pintor nos muestra un tema que existe desde el principio de la existencia, la necesidad forzada o involuntaria de abandonar el hogar. Desde los primates que eran nómadas, hasta la actual crisis de refugiados. De este cuadro lo que me llamó la atención al momento fue la ausencia de rostros. Solo se ven formas de caras, las siluetas, como si no importara quien es el que abandona la tierra, como si solo fueran números. Son colores apagados que casan muy bien con el tema. Nos muestra el dolor de la exclusión, el abatimiento de la pérdida, la incertidumbre del futuro y los ligeros recursos con los que se ven obligados a partir.
viernes, 27 de septiembre de 2019
Museo Universidad de Navarra
Los museos han de ser sitios donde uno se tiene que sentir cómodo. Sitios que inviten a la tranquilidad, al ensimismamiento y a la reflexión. Será por eso por lo que no hay música y abundad los carteles rogando silencio. Son sitios a los que uno ha de ir con la mente en blanco, sin prejuicios y abierto a todo lo que le pueda suponer un cuadro. La mente ha de ser un cuadro en blanco que esté esperando ser pintado por nuestras impresiones, ideas y conceptos.
Porque en verdad a quién no le apetecería ir al museo en ropa de estar por casa. Con unos pantalones de pijama, con una camiseta larga y zapatillas de andar por casa. Porque cuanto más cómodo estes mejor experiencia vas a tener, más libre te vas a sentir de moverte por donde quieras. Estas palabras del profesor le hacen pensar a uno, los museos al igual que los teatros tienen, han sido históricamente sitios de actos sociales para las clases sociales altas por lo que se debía vestir de gala. Ahora sin embargo tenemos la facilidad de acudir a los museos, sin faltar a las normas de decoro, de ir a ver un Rothko valorado en torno a 80 millones de euros, con ropa cómoda.
Uno va con sus zapatillas favoritas, esas de rallas que tan cómodas son, que tantos paseos largos han dado por distintos lados. Y de manera inocente uno se siente incluso parte de la infraestructura del museo, que tiene techo alineado que conectan con otras paredes compuestas por líneas que encajan con baldosas perfectamente alineadas. Llama la atención que presas entre tantas líneas y estilos cuadriculados se encuentren obras pintorescas que no parecen seguir ningún patrón
Y en verdad puede pasar que haya cosas que entienda un poco como "El espíritu catalán" de Tapies que son parte de nuestra cultura y con cierto contexto su comprensión resulte fácil. Y otras tan abstractas como Kandinsky que necesitan de una explicación profunda para lograr ser entendidas.
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